Sí, eso tampoco está mal. Tomamos un autobús y fuimos a algunos kilómetros de Argel a una playa encerrada entre rocas y rodeada de cañaverales del lado de la ribera...
Se interrumpió para arreglar la mecha de la lámpara que carbonizaba. Contemplo las piernas de la chica morena, que ahora tengo enfrente. Ella prefería, sobre todo...
Pero sus colegas se acercaron a él para estrecharle la mano. Hoy en día las poderosas empresas farmacéuticas productoras de medicamentos sintéticos y de instrumentos...
Pero no quería seguir pensando en la pesadilla. Supongamos que alguien se pirra verbigracia por un vasto palacio victoriano enmedio de una dehesa como la arboleda real...
Entonces descubrimos que es posible dar un nuevo rumbo a nuestra vida y a nuestra salud. Sus dos espátulas estaban rotas, y los esquíes inutilizables. Desde mi posición...
Sobre el Autor
Juan Ballesta
Me dedico a escribir historias sobre papel mojado. Luego las dejo secar bajo el sol de otoño. Sigueme y disfrutarás. Pronto publicaré un libro. Te avisaré.