La gente corría por las escaleras y yo no sabía si estaban próximas o alejadas. Cada ser humano vivenciará así en el Empíreo una secuencia especial de eventos ...
A la entrada de la garita había un brasero, hecho de una vieja lata de gasolina sin tapa con algunos agujeros; el brasero estaba apoyado en dos piedras, pero no tenía...
He aquí, pues, la carta. Creo que me hacía mal pensar en tal posibilidad. Dije que podía contestárselo. El brazo casi no le dolía; de una cortadura en la ceja goteaba...
A mí me gusta más la coca-cola. El asilo de ancianos está en Marengo, a ochenta kilómetros de Argel. Tres jueces, dos de negro y el tercero de rojo, entraron con...
Muchas gracias, Roland Rech,por habernos acompañado. Pero había un acceso y Carter lo vio justo a tiempo. Pero ¿tiene la intención de bajar al puente por este camino...
Sobre el Autor
Juan Ballesta
Me dedico a escribir historias sobre papel mojado. Luego las dejo secar bajo el sol de otoño. Sigueme y disfrutarás. Pronto publicaré un libro. Te avisaré.