A los dholes se les reconoce únicamente por un rumor confuso, por los crujidos que producen al arrastrarse entre montañas de huesos, y por el tacto viscoso de su piel...
Tanto se acercó a mi persona que sentí su cálido aliento sobre mi cara. El la miró también. Pués sí que es agradable este sitio. Tenía que cambiar el modo de pensar los...
Raimundo me estrechó la mano con fuerza y me dijo que entre hombres siempre acaba uno por entenderse. Esa tarde reflexioné y me dije que quizá se habría cansado de ser...
Y los oficiales, comerciantes e ingenieros hacían todos los juramentos necesarios: irían a misa cada domingo, claro que sí; estarían bien vestidas y serían bien...
Entonces los de Tegea les contaron lo grande que era la bondad de Musides y su profunda aflicción por su amigo; y cómo ni siquiera los inminentes laureles del arte...